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30 nov 2008

LOS REYES MAGOS

Apenas su padre se había sentado, al llegar a casa, dispuesto a
escuchar como todos los días lo que su hija le contaba de sus
actividades en el colegio, cuando ésta, en voz baja, como con
miedo, le dijo:
«¿Papá?»
-Sí, hija, cuéntame.
-«Oye, quiero... que me digas la verdad».
-Claro, hija. Siempre te la digo , respondió el padre un poco
sorprendido.
-«Es que...», titubeó Cristina. -Dime, hija, dime. -«Papá, ¿existen
los Reyes Magos?»
El padre de Cristina se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de
aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le
miraba igualmente.
-«Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?»
La nueva pregunta de Cristina le obligó a volver la mirada hacia la niña, y tragando
saliva le dijo:
-¿Y tú qué crees, hija? -«Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado, me parece que sí
que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso».
-Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero...
-«Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!»
-No, mira, nunca te hemos engañado, porque los Reyes Magos sí que existen, respondió
el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina.
-«Entonces no lo entiendo, papá».
-Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar, porque ya ha llegado la
hora de que puedas comprenderla , dijo el padre, mientras señalaba con la mano el
asiento a su lado.
Cristina se sentó entre sus padres, ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su
duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de
los Reyes Magos:
Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente, guiados por una gran
estrella, se acercaron al Portal para adorarlo. Le llevaron regalos en prueba de amor y
respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los
Reyes, Melchor, dijo: "¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar
regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían".
"¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No
seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el
mundo".
Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con
cara de alegría, comentó: "Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y,
aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil recorrer el mundo
entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito..."
Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el
Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió, y la voz
de Dios se escuchó en el Portal: "Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco
vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué
necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?"
"¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas-. Necesitaríamos millones
y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a
cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos".
"No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno, sino dos pajes para
cada niño que hay en el mundo".
"¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible?", dijeron a la vez los tres Reyes con cara de
sorpresa y admiración.
"Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los
niños y conocer muy bien sus deseos?", preguntó Dios. "Sí, claro, eso es fundamental",
asistieron los tres Reyes.
"Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca
mejor que sus propios padres?"
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba
planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:
"Puesto que así lo habéis querido y para que, en nombre de los tres Reyes de Oriente
todos los niños del mundo reciban algunos regalos, Yo ordeno que, en Navidad,
conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que
en vuestro nombre, y de vuestra parte, regalen a sus hijos los regalos que deseen.
También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga
como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean
suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y, a
partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus
padres en prueba de cariño. Y, alrededor del belén, recordarán que, gracias a los tres
Reyes Magos todos son más felices".
Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó, y
dando un beso a sus padres dijo: -«Ahora sí que lo entiendo todo, papá. Y estoy muy
contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado». Y corriendo, se dirigió
a su cuarto, regresando con su hucha en la mano, mientras decía:
-«No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya
guardaré más dinero»,
y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos
contemplaban la escena tremendamente satisfechos.

16 comentarios:

  1. ¡¡¡¡Qué bonito!!!

    Me ha emocionado la historia, ya tengo algo para contar cuando me llegue el momento y además resulta que soy paje de los Reyes Magos. Que chulada.

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  2. Me ha encantado la historia!!!! La verdad que si me pregunta un niño si existen los Reyes Magos yo también me hubiera quedado sin palabras. Está genial!!

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  3. ¡¡¡Me ha encantado!!!!

    La verdad es que los padres le dan una buena respuesta a la niña

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  4. Ha estado genial!! ójala me hubiesen contado a mi esta historia porque así sería mucho menos la desilusión que te llevas. bss

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  5. Juanjo, ¿eres paje? Estupendo.
    Yo soy el rey Melchor en Mora, y lo paso genial.

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  6. Me ha encantado!!!! Es una historia muy bonita, que incluso se acerca a la realidad.
    Está bien que los más peques crean el los reyes, pero cuando son mayores no hace falta quitarles esa imagen sino cambiarla por la imagen que ofrece esta historia.

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  7. Que historia mas bonita, y mas en estas fechas que vienen

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  8. Yo ya he comentado en el foro y vuelvo a decir que me ha encantado. ES PRECIOSO!!!!!!!!

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  9. Me ha gustado mucho la historia. Me lo apuntaré para un futuro lejano!!

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  10. ¡¡¡Qué bueno!!! Me he descargado la historia en un archivo para tenerla en cuenta en un futuro.
    Gracias.

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  11. Me ha encantado la historia Kiko, además te doy las gracias porque mi hijo, que ya tiene 9 años, empezaba a no creerse la historia de los reyes magos.

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  12. snif snif...qué bonito! ójala me hubieran contado a mí algo así de pequeña. Me paso lo mismo que a la niña de la historia, mi amiga me dijo que los Reyes son los padres...y mis padres no se esmeraron mucho en que no me llevara un disgusto...qué penita!
    Por ello, y otras cosas es por lo que no me gusta la Navidad, la odio...

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  13. Hola, ¿Qué tal? Me a emocionado un monton la historia Kiko, me parece muy buena ida por si en un futuro proximo mis sobrinas me ponen en un apuro, q eso de ponerte en apuros se las da muy bien; y asi podre contestarlas con esta historia tan bonita y sin mentir. Ah¡ y me parece un detallazo que colaboreis de pajes o reyes tiene que ser muy gratificante. Un saludo

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  14. Es precioso. Y al igual que a uchos de mis compañeros me ha empcionado leer la historia, es realemtne preciosa

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