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16 nov 2006

Felicidad y Saber

"Es mejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satisfecho; mejor ser un
Sócrates insatisfecho que un necio satisfecho". J.S Mill

Hace tiempo le daba muchas vueltas a esta frase, porque yo siempre había oído que el saber y la felicidad son inversamente proporcionales, es decir, que cuanto más ignorante se es, más feliz, y al contrario. Entonces no es la sabiduría la que da la felicidad, sino la ignorancia en todo caso, pero eso es triste de pensar en nuestra futura profesión. Sin embargo parece razonable, cuando eres un niño sabes sobre muy poco pero eres muy feliz (normalmente) mientras que, cuando creces, aprendes que la vida no es tan maravillosa como en los cuentos, te desengañas, tomas conciencia del esfuerzo que lleva perseguir tus sueños, de los problemas que hay en el mundo, de la maldad...y todas estas cosas no te hacen feliz precisamente. También hay momentos buenos, claro, muchas veces son los más, pero en la ignorancia también los tienes y no conoces las desgracias ajenas para pasarlo mal también por ellas.

Este hombre, el de la frase, no pretende negar que la felicidad acompañe más a menudo a la ignorancia que a la sabiduría, sino que afirma que, pese a todo, la dignidad del ser humano está en nuestra inclinación al conocimiento y no debemos renunciar a ella aunque nos parezca que no nos hace tan felices como esperábamos, porque la felicidad que nos depara, aunque no sea igual de intensa, es más humana.

Así me consuelo pensando que la tarea del maestro, a pesar de robar parte de esa inocencia de los niños que quizás les reste también algo de su ingenua felicidad, también les ayuda a ser más humanos, más personas.

Con esto no quiero decir, por supuesto, que haya hombres que sean más que otros o más dignos de serlo por el mero hecho de saber más, sólo que si tenemos la oportunidad de aumentar nuestro conocimiento, no debemos temer la renuncia a una parte de nuestra vida feliz, porque tendremos la recompensa de otro tipo de felicidad. Podemos, por ejemplo, desesperarnos por el sufrimiento de buena parte del mundo y pensar que si no supiéramos de ello viviríamos más felices. Pero si sabemos, si conocemos ese estado de necesidad, podemos ayudarles y ser felices, a pesar de la tristeza de saber de estos males, de una manera más humana: dando felicidad al otro.


3 comentarios:

  1. ...Gracias Kiko
    Claro que podría, ahora mismo me pongo y te lo mando por correo. Escribiré también a Ricardo a ver qué le parece, lo tuve de profe el año pasado y me llevaba muy bien con él ^^

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  2. Te felicito Victoria por tu original aportación. Podrás acceder a ella en versión borrador en: http://www.uclm.es/profesorado/ricardo/PeriodicoMAG/13/Victoria.html

    Gracias por colaborar con la revista.

    Un afectuoso saludo.
    Ricardo.

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  3. Gracias Ricardo :D
    Había pensado antes en hacer una práctica de esta manera, escribiendo algo para el periódico, pero me parecía muy difícil...y al final la hice por casualidad (como el burro que sopló por la flauta) ^^

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