Tal vez esta estampa navideña en mi pueblo, llegue a desaparecer.
Así me enseñaron a hacer "marquesitas".
En el aprendizaje puse:
mi ternura, ilusión y pasión.
Pues así, con alegría y emoción
comprendí el sentido de la tradición.
Puesto que hay mayor felicidad en dar que en recibir:
quedaís invitados a probar este dulce navideño en la casa de Sonseca.
MUCHA ALEGRÍA. ANITA
pero mira la anita que apañá!!!! a mi padre las marquesitas le encantan, y a mi tb me gustan mucho!! a ver si me enseñas y estas navidades armamos la gorda en la cocina!! jajajaja. pues a la hora de potajear nos apuntamos todos!!!
ResponderEliminara mi tb me gustan mucho las tradiciones anita... lastima que muchas de ellas se pierdan...
un besito solete!!!
Viviendo en Mora como vivo, conozco la importancia de la industria mazapanera de Sonseca que, además de endulzarnos la vida, da trabajo a un montón de gente.
ResponderEliminarCon lo buenas que están las marquesitas...y la pinta que tienen esas que hacesssss...mmmmmmm!!! Desde luego eres una artista, Ana, con la repostería, las manualidades...¿Qué más? Ojalá conserves siempre ese gusto por lo tradicional, hay que luchar porque no se pierdan las cosas buenas del pasado.
ResponderEliminarPD: Yo aprendí a hacer pastas de té (100% artesanas, también soy tradicional) y engordé 3 kilos en medio mes xD No quiero probar tus marquesitas!!