Páginas

28 oct 2005

A SABER DÓNDE ME DEJÉ LA CABEZA...

Hoy a más de uno le habrá extrañado que no haya ido a clase (sobre todo a Jesu, que considera que me entusiasman demasiado las clases de Kiko y mi pobrecito Jose, que teníamos que hablar de cómo íbamos a hacer el cuestionario de Antonio Mateos, porque se nos echa la fecha encima...). Todo ha sido por un fallo humano...(mío, a veces soy un poco payasa, pero humana...). Ayer cuando puse el despertador del móvil me pasó lo que seguro seguro seguro os ha pasado a más de uno (o no, tal vez sea yo la única panoli que le pasa...), estaba pensando en las 7 menos diez y puse las 7.50. Esta mañana, ya notaba yo que llevaba demasiado en la cama, pero de esto que piensas "ya tiene que quedar poco para que suene el despertador...¿y si me levanto y luego queda mucho y no me vuelvo a dormir? seguir soñando, seguir soñando, levantarme luego...". Pero mi vejiga ha empezado a quejarse (siempre me hace lo mismo..."o yo, o yo, tú decides si te lo haces encima") y me he tenido que levantar. Casi me da algo cuando he visto que eran las 8 menos 25, porque mi autobús sale a menos cuarto, y como que de mi casa a la parada, aunque hubiera salido corriendo en pijama, hay cuarto de hora. Lo primero que he pensado: "a la mierda que se ha ido la clase de Kiko...bueno, vamos a llamar a Peter a ver si va él a segunda, por lo menos para ir a la de Sagrario". Pero basta que quieras algo para que todo se te tuerza...Al llamar a Peter me ha dicho que no iba a clase.¡Pobrecito, qué mal sonada! ¡Tenía un trancazoooo! Y encima decía que se había levantado con fiebre. Para colmo de mares, tampoco Cris M iba hoy por la mañana... En fin, que me he quedado en casa, ¡qué remedio!...y mi madre, que siempre está deseosa de pillarme por banda, ya me ha empezado con que si vete a por el pan, traeme una lechuguita, aprovecha y pregunta lo de la tarjeta jóven en el banco... Así que he hecho eso además de acercarme a la biblioteca a coger unos libros de lectura para "mi niño vandálico" (un niño al que doy clases particulares. Es un niño diréis, ¿por qué le llamará vandálico? No seré yo quien vuelva a contar la historia de mi primer día de clase con él, cuando me miró con cara de poseído y me preguntó si en la casa había cuchillos...).
Pero, para que veáis que no he perdido la mañana, he cogido y me he terminado de leer mi libro de NN.TT. y así, como quien no quiere la cosa, me he hecho ya el resumen y sólo me queda dar mi opinión (que va a ser que voy a meter caña al libro por todas partes...¡Pues no van y se enrollan durante 8 capítulos como una persiana y lo mejor y más interesante me lo plantan en un anexo de 4 hojas!...va unos risiones...
Y nada, que ahora la que me enrollo soy yo, así que, con esto y un bizcocho...¡me voy a echar la siesta! (que luego el vandálico me come todas las energías...).

1 comentario:

  1. Sagra:
    La verdad es que se te echó de menos: faltaba algo, no había chispa en la clase. En fin, nos tuvimos que fastidiar sin tu deliciosa presencia.
    Pero bueno, espero verte el viernes con muchas ganas de trabajar.
    Hasta entonces.

    ResponderEliminar